El nacimiento (s. XII)
Hacia 1080 se creó un primer núcleo de población llamado Duesaigües, cerca de la confluencia de los ríos Francolí y Anguera. Éste se convirtió en un asentamiento definitivo hacia 1150, una vez terminada la conquista de los cristianos.
Ramon Berenguer IV, en 1155, entregó la primera carta de población y nombró alcalde a Pere Berenguer de Vilafranca. Cambió el topónimo de Duesaigües por Vila-salva (villa salvada de impuestos) ya que quería favorecer su desarrollo.
Entre los privilegios de Vila-salva cabe mencionar una extensa jurisdicción, la exención de pago de censos y el uso franco de dos elementos primordiales para el progreso económico: los derivados del bosque (leña para la construcción y para el hogar) y las aguas (agricultura, industria del lino y el cáñamo, y molinos).
Puesto que Vila-salva estaba bajo la amenaza de las crecidas de los ríos Anguera y Francolí y en una zona llana difícil de defender, Alfons I ordenó a Pere Berenguer el traslado de Vila-salva hacia la colina del Pla de Santa Bàrbara. Se quería una villa fuerte a medio camino de Tarragona y Lleida, y con una buena situación estratégica.
La villa se pasó a denominar Montblanc por la inexistencia de vegetación en la colina donde se ubicó el primer núcleo de población.
La nueva carta de población la otorgó Alfons I en febrero de 1163 e implicó el cambio de ubicación de la villa, respetándose todos los derechos concedidos en la primera carta de población.